Croquetas de rodaballo, una receta de aprovechamiento.
El plato fuerte del día anterior fué rodaballo al horno. Lo preparó Teresa, y estuvo buenísimo. Tres buenas raciones, pero sobró la cabeza. Como no es lo mismo comer un pescado asado recién hecho que consumirlo al dìa siguiente y en casa no nos gusta la cabeza, decidí, para aprovechar las sobras, convertirlo en deliciosas croquetas.
Ingredientes:
200 gr. de restos de rodaballo asado, (en mi caso la cabeza)
Algo de jugo del pescado y/o de su guarnición
2 o 3 barritas de surimi
1 patata mediana
2 cucharadas de harina
1 vaso de leche
1 ramita de perejil
Un huevo
Pan rallado
Harina
Aceite de oliva virgen extra para la bechamel
Aceite de girasol para freir
Sal
Preparación:
Cocer la patata con piel y cuando esté cocida pelar y reservar.
En un recipiente adecuado, extraer toda la carne posible del pescado, con cuidado para evitar las espinas.
Desmenuzar la patata aún caliente con un tenedor e incorporar al recipiente con el pescado.
Añadir el surimi picado muy fino
Picar finito el perejil y añadir.
En una sartén antiadherente poner un par de cucharadas de aceite de oliva. Cuando suba temperatura añadir la harina y tostarla, removiendo contínuamente con un tenedor de madera o teflón.
Ir añadiendo la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta conseguir una bechamel ligera.
Añadir un poco del jugo del pescado o de su guarnición y remover bien.
Incorporar a la bechamel el recipiente con el pescado y mezclar bien.
Salar, probar y corregir en su caso, removiendo bien hasta que la masa adquiera la consistencia adecuada para hacer las croquetas. (La masa no se cae si se inclina la sartén)
Retirar del fuego y dejar enfriar. (En mi caso de un día para otro)
Tomar porciones de masa, dar forma con las manos.
Pasar por harina, huevo batido y pan rallado.
Freir por tandas de 4, en aceite de girasol, que así resultan más suaves de sabor. Que se doren bien por todos los lados pero sin quemarse.
Dejar sobre papel absorvente para eliminar el exceso de aceite y servir calentitas.
Madre mía cómo tienen que estar estas croquetas! Además de aprovechar los restos tienes una receta de lujo.
ResponderEliminarSaludos
De merluza, pescadilla, bacalao, bonito, que son las mas comunes, pero de rodaballo no había preparado nunca, fué un experimento, jajaja..., y la verdad es que salieron ricas.
EliminarGracias por el comentario.
Buen finde.
Cualquier sobra acaba siendo una maravillosa croqueta. No las he probado nunca de rodaballo, por lo que me parecen muy originales y ricas.
ResponderEliminarBesos.
Cierto, las croquetas son buenas de casi de todo. Y estas no fueron premeditadas, fué un aprovechamiento.
EliminarGracias por el comentario y un saludo
Yum,they look crispy and so delicious! I love fish, have a lovely week!
ResponderEliminarYou are very kind, thank you.
EliminarGreetings
Hola Pedro,
ResponderEliminarHe llegado hasta tu blog, me ha llamado la atención el nombre (sabía lo que era garum pero no borago), he mirado tus recetas y me quedo.
El rodaballo es de mis pescados preferidos y lo de hacer croquetas con él, me parece un lujo.
Saludos :)
Gracias, por el comentario y bienvenida.
EliminarUn saludo